Queridos feligreses,
¡Que el Señor les dé la paz!
Con el año litúrgico terminando pronto y el Adviento y la Navidad muy cerca, quiero compartir con ustedes el profundo significado de la Solemnidad de Cristo Rey el 26 de noviembre. Esta fiesta ocupa un lugar especial en el corazón de la Iglesia católica y nos muestra en qué consiste la verdadera corresponsabilidad. Les invitamos a unirse a nosotros, no sólo para la Misa, sino para nuestra Devoción de Cuarenta Horas ese mismo fin de semana. Comenzaremos después de la Misa vespertina del sábado 25 de noviembre y concluiremos con la Misa matutina del martes 28 de noviembre. Nuestra Capilla de Adoración estará abierta durante cuarenta horas de adoración continua a Cristo Rey en la Sagrada Eucaristía. Del 18 al 26 de noviembre, en la Sala Asís, también tendremos una exposición de Milagros Eucarísticos que han ocurrido a lo largo de la historia de la Iglesia. Puedes reservar una visita mediante SignUpGenius.
La solemnidad de Cristo Rey, que se celebra el último domingo del año litúrgico, nos invita a reflexionar sobre la realeza universal de Cristo y su reinado sobre toda la creación. En un mundo a menudo centrado en el poder, el control y el egocentrismo, esta fiesta presenta un mensaje contracultural. Nos recuerda que la realeza de Cristo se caracteriza por la abnegación, la humildad y el servicio. El trono de Nuestro Señor no es el de la grandeza mundana, sino el de la Cruz, donde dio su vida por nuestra salvación. Su Cuerpo y Sangre entregados en la Sagrada Comunión son el núcleo de cada Misa que celebramos y del Renacimiento Eucarístico Nacional que estamos llamados a compartir con los demás.
Esta fiesta es un poderoso recordatorio de nuestro 135 Aniversario y de los valores centrales de la corresponsabilidad católica. Si Cristo no fuera el Rey de esta parroquia, ¡nunca habríamos cumplido 135 años! Con Cristo como Rey, continuaremos hasta que El regrese en gloria. Este mes, haremos un llamamiento a todos para: 1) Dedicar un tiempo diario a la oración personal y familiar. 2) Elegir al menos un ministerio en el que sientas que Dios te llama a participar en la vida de nuestra parroquia. 3) Esforzarse por dar el 5% de sus ingresos a la colecta del ofertorio.
Corresponsabilidad significa reconocer que todo lo que tenemos es un regalo de Dios – nuestro tiempo, talentos, recursos, e incluso nuestras propias vidas. Al igual que Cristo, el Rey, confió su vida por nosotros, estamos llamados a ser fieles administradores de los dones que nos ha concedido. Somos los guardianes de su creación, llamados a utilizar nuestros recursos con sabiduría, generosidad y de forma que se haga realidad su Reino en la Tierra.
La realeza de Cristo y la corresponsabilidad están profundamente entrelazadas. Al reconocer Su autoridad sobre nuestras vidas, reconocemos que nuestro papel como discípulos es utilizar nuestros dones de acuerdo con Su voluntad. Esto significa servir a los demás, trabajar por la justicia, promover la dignidad humana y cuidar la Tierra y sus recursos. Nuestras acciones como fieles discípulos deben reflejar el amor oblativo que Cristo mostró durante su vida terrenal y su Cuerpo y Sangre que recibimos y llevamos dentro.
La solemnidad de Cristo Rey es un día importante en la Iglesia católica porque nos devuelve al centro de nuestra fe. Nos recuerda que el reinado de Cristo se extiende más allá de los confines del tiempo y del espacio, tocando todos los aspectos de nuestra existencia. Esta fiesta nos desafía a evaluar nuestras vidas a la luz de su realeza y a preguntarnos si nuestras elecciones y acciones se ajustan a sus enseñanzas.
Al acercarnos a esta fiesta solemne, aprovechemos la oportunidad para volver a comprometernos con Cristo y con los principios de la corresponsabilidad. Esforcémonos por ser fieles discípulos de su gracia, utilizando nuestros dones para construir un mundo más justo, compasivo y armonioso. Recordemos que Cristo, el Rey, no nos llama a una vida de privilegios, sino a una vida de servicio, solidaridad y amor sacrificado.
Les invito a unirse a nosotros en la celebración de la Solemnidad de Cristo Rey con el corazón lleno de gratitud y reverencia. A través de nuestro culto y reflexión, que seamos renovados en nuestra dedicación al reinado de Cristo y a la corresponsabilidad activa y el discipulado que Él nos llama a abrazar.
¡Que el Señor les dé paz!
Reverendo Mark Zacker
Párroco